El desarrollo de mayores niveles de complejidad a través de la investigación se ha transformado en un activo estratégico de las universidades para cumplir su misión de generación de nuevo conocimiento y contribuir al desarrollo de la sociedad, pero también para obtener mayores niveles de reputación nacional e internacional, atraer a un mayor número de estudiantes destacados de pregrado y postgrado, académicos/as e investigadores/as y captar mayores recursos financieros públicos y privados. Dada su importancia para el proyecto intelectual de la UDP y su impacto en múltiples dimensiones, se ha definido que la generación de conocimiento –a través de la investigación, innovación y creación– sea el tercer eje estratégico de la planificación 2022-2026. La investigación de base –junto con los doctorados– ha tenido un significativo desarrollo en la UDP durante la última década, siendo un factor decisivo para el despliegue de un proyecto de mayor complejidad y calidad desde el punto de vista académico e intelectual. Sin embargo, a la luz de la evidencia y antecedentes empíricos a nivel comparado, se observa que la UDP ha perdido su dinamismo en este ámbito en tres niveles.
En primer lugar, si bien la investigación disciplinaria de la UDP –medida por publicaciones indexadas y proyectos Fondecyt– ha sido exitosa en cuanto al aumento del volumen e impacto científico y académico, posicionando a la UDP en lugares destacados dentro del sistema, ha tendido a estabilizarse y a reducir su posicionamiento relativo tanto a nivel comparado con otras instituciones como en relación a su productividad interna al considerar el promedio de publicaciones por académico/a. A su vez, se observan importantes asimetrías entre las Facultades en cuanto a su productividad científica en consideración a sus recursos académicos disponibles y a los estándares de sus propias disciplinas.
En segundo lugar, en el área de la investigación aplicada, los proyectos orientados a la esfera pública mantienen un alto nivel de actividad e impacto, pero los proyectos de innovación (I+D+i) en tecnología y sector productivo están en una etapa muy incipiente, siendo ésta un área de creciente importancia e influencia en los sistemas de educación superior y las políticas públicas.
En tercer lugar, se hace necesario reconocer, integrar y visibilizar más sistemáticamente la creación artística y en humanidades que desarrollan algunas disciplinas de la Universidad como una dimensión relevante de la generación de conocimiento que produce la UDP.
Finalmente, tanto en la investigación disciplinaria como aplicada han predominado políticas y prácticas de investigación más bien desconectadas del pregrado y orientadas por agendas y proyectos individuales concentradas en disciplinas específicas, siendo aún incipiente el desarrollo de proyectos asociativos e interdisciplinarios, que es el enfoque crecientemente impulsado a nivel nacional e internacional para abordar problemas cada vez más complejos de la sociedad contemporánea.