Lineamientos por áreas

Pregrado

Diagnóstico

La formación de pregrado es la misión esencial de la UDP y una de sus principales fortalezas en cuanto a la calidad alcanzada. El pregrado está en el centro del proyecto académico e intelectual de la Universidad, pues la transmisión cultural y la reflexión en torno al saber constituyen el quehacer esencial de las instituciones universitarias. A su vez, es imperativo que el proceso formativo de pregrado vaya adecuándose a los cambios y desafíos económicos, sociales y culturales para poder atraer a los/as mejores estudiantes y brindarles los conocimientos, destrezas y habilidades necesarias para alcanzar una formación profesional de calidad así como una exitosa inserción y progresión laboral. Por otro lado, la economía política de la UDP, al igual que la de la mayoría de las universidades en Chile, tiene al pregrado como su principal fuente de financiamiento. Todas estas consideraciones constituyen al pregrado como el eje central en la Planificación Estratégica 2022-2026.

La Universidad ha cumplido con éxito, en el marco de la planificación 2017-2021, una etapa de consolidación de su modelo educativo formando profesionales con un alto dominio teórico y práctico, y comprometidos/as con el desarrollo social, económico y cultural del país. El modelo educativo ha tenido como ejes: la formación profesional de calidad, la conexión entre docencia e investigación, una formación integral y comprometida con el desarrollo del país, la internacionalización y la educación continua.

Objetivo

A pesar de los logros y calidad alcanzada, la cual ha sido certificada en sucesivos procesos de acreditación institucional y de carreras, no se ha logrado construir un relato que permita posicionar a nuestros programas de pregrado con una identidad, imagen y reputación diferenciada en el concierto nacional. Se trata pues de avanzar en un esfuerzo que nos permita acrecentar su atractivo, entendiendo que el sistema universitario se ha tornado crecientemente masivo dificultando las posibilidades de diferenciación.

Adicionalmente, la tendencia y evidencia empírica comparada enfatizan la necesidad de avanzar hacia programas de estudio abiertos, destinados a desarrollar líneas transversales, como pensamiento crítico, comunicación efectiva, colaboración entre distintas áreas de conocimiento, razonamiento ético y solución de problemas, logrando que la formación humanista (o de carácter general) que imparte la Universidad proporcione una compresión del mundo de mayor riqueza y profundidad.

Se trata entonces de desarrollar capacidades para el éxito en la vida académica y/o profesional, instalando habilidades esenciales para el quehacer universitario como son la escritura, la comunicación efectiva, y el razonamiento critico y basado en la evidencia. Estas habilidades son el núcleo fundamental para el progreso intelectual y material que entrega la formación universitaria, ampliando la comprensión del mundo en que vivimos y trabajamos.